1/21/2007

El día después de mañana


Tengo una amiga muy querida que tuvo un percance tenebroso. Se le rompió el condón con una pareja algo tránsfuga. Todo mal. Y claro, justo-justo había dejado las pastillas por primera vez en dos años. Pero, responsable ella, tomó inmediatas cartas en el asunto. Dado que el galán de marras tenía que marcar tarjeta, ella fue solita al hospital Salvador para pedir la famosa pastilla del día después. Y ahí empezó el show. Al llegar le dijeron que la famosa píldora costaba $18.000 (cuando por política de gobierno debe ser entregada en forma gratuita en consultorios). Para colmo de irregularidades, sólo aceptaban efectivo o cheque y ella no tenía toda la plata, así que le aceptaron $15.000, sin boleta. O sea, la señorita recepcionista se embolsó quince lucas con la angustia de mi amiga. Después la hicieron pasar con un médico que la humilló innecesariamente. Un tipo joven, de más o menos 35 años. La trató todo el rato como a una delincuente, le preguntó por qué estaba ahí, ella dijo que por ruptura de condón, y el tipo resopló "sí, claro, seguro". No le creía, porque según él estaba lleno de niñitas que usaban la famosa píldora como método anticonceptivo. De verdad la trató pésimo, cuando ella preguntó si la pildorita tenía efectos secundarios casi le ladró que obvio, si era una bomba de hormonas. O sea, tú la maldita perra bastarda que vienes a pedir esta pastilla. Mientras el angelito de Dios que había comprado condones charchas dormía el sueño de los justos. La verdad es que el tipo no tenía mucho que ver en esto, pero es la idea que por el mismo acto sólo la mujer se tenga que enfrentar a esto, a las humillaciones de cualquier imbécil con título por hacer lo que está bien. Porque si ella se hubiera acobardado ante tanta hostilidad, no habría sido el médico el que cuidara esa guagua. Y si a él se le hubiera roto un condón, por cierto no habría tenido ningún asco en conseguirse una pildorita del milagro. Lo que más me indigna es que se sigue estigmatizando a las mujeres, cuando el temita es de a dos. Y hasta cuándo la revuelven con la famosa pastilla, si NO ES ABORTIVA. Impide la fecundación. Pero pongámonos en el caso de que efectivamente lo que impidiera fuera la implantación: los DIU (Dispositivos Intra Uterinos) hacen eso, es totalmente sabido su mecanismo de acción, y nadie se espanta. Claro, gran cantidad de nanas tienen ese dispositivo, imagínenese la debacle en esos hogares Opus si la María queda embarazada, horror. Ahí nadie alega. Pero si alguien responsable toma medidas frente a una situación indeseada como es la ruptura de un condón, o incluso una irresponsabilidad producto de estar ebria hasta la inconsciencia, porque de los arrepentidos es el reino de los cielos, queda la escoba. Porque el tema es que si una ya fue irresponsable, ¿la idea es que de castigo tenga una guagua no deseada? Tóxico para la madre y para la guagua. Yo soy contraria al aborto. Por eso apoyo todos los mecanismos que impidan un embarazo. Pero si vas a sancionar el aborto, por un asunto de moral hay que facilitar los medios para prevenir un embarazo que probablemente termine en eso, con el riesgo para la madre y con la obvia eliminación de un embrión ya formado. Si no eres capaz de asegurar eso, no te quejes de los abortos posteriores. Claro, está la abstinencia, pero es bastante impracticable. Para variar el hombre ahí sale jabonadito. Y después tiene el tupé de juzgar a las mujeres. Hasta cuándo vamos a ser minoría, si somos el 50%. Hasta cuándo vamos a aceptar medidas inquisitorias. Porque aquí "el que menos puja caga un ancla al revés", como tan finamente decía mi abuelo marino. Los que más opinan son hombres célibes. Ya pues, las mujeres tenemos que dejar de ser tan pasivas. Imagínense que esta historia del principio le pasó a una amiga mía, de muy buen nivel educacional, de 28 años. Es cosa de sumar 2 + 2 para saber qué siente una niña de 16 cuando la tratan así. Y ese es el grupo de mayor riesgo. No aceptemos más juicios, que se metan en nuestros úteros como Pedro por su casa. Mujeres del mundo, uníos. Ya, y la corto. Me pasé para panfletaria.



Por si acaso, en mis links está "Anticoncepción de emergencia", un sitio del ICMER (Instituto Chileno de Medicina Reproductiva).