4/29/2008

Vamos que se puede

Por estos lados hay muchas mujeres musulmanas. Gran parte de ellas lleva el velo que les ordena su religión. En nuestro país son consideradas como mujeres sometidas al dominio masculino, agobiadas por imposiciones ridículas y tabúes varios, fruto de una sociedad tremendamente machista. Ellas no están de acuerdo con esa visión, y pensándolo un poco, nosotras que opinamos tanto estamos viendo la paja en ojo ajeno y obviando la viga en el propio. Obviamente no voy a comparar Chile con algún país sometido al regimen de los talibanes, que impide a sus mujeres ir al colegio o salir solas a la calle. Pero de manera más hipócrita, las mujeres seguimos siendo consideradas dominio del hombre, de una clase distinta, y esa manera solapada de definirnos es aún más destructora porque es difícil de identificar con claridad. Por ejemplo, el Wena Naty.
El escándalo estalló cuando yo ya estaba acá, lo leí en LUN. Mi amiga que vive en España no se enteró. Y cuando la fui a ver hicimos un test de Facebook, donde decía que sabes que eres chileno si sabes qué significa Wena Naty. Como mi amiga se había saltado el escándalo, busqué el video en Google, y ahí estaba, enterito y sin censura. Claro, pendeja tonta, cómo se le ocurre andar haciendo eso a vista y paciencia de sus compañeros, y dejándose grabar la muy pava. OK, se mandó uno de esos condoros que no se repiten en la vida. Lógicamente tuvo duras sanciones. No estoy muy segura, pero creo que hasta la echaron del colegio. Eso no es necesariamente lo indignante. Lo que a mí me saca de quicio es que el niñito que se deja chupar, y que a su vez le chupetea las pechugas con más entusiasmo que técnica a la Naty sigue tan campante. No hubo sanción, ni para él ni para los que filmaron el video(y posteriormente lo repartieron, porque si no no se explica la difusión). Sin embargo ellos participaron igual en el condoro. Pero claro, como son hombrecitos, es natural que hagan esas cosas. En el fondo ella es la corrupta y ellos animalitos que obviamente se dejan hacer, porque para eso son hombres y tienen necesidades. Puaj.
Más reciente, la cajera bonita acribillada por el ex pololo. De nuevo me informé por LUN, del hecho y de los dichos surgidos alrededor. Ella sale de su pega, afuera la espera un hombre que le pega cuatro balazos y se escapa. El hombre resulta ser su ex pololo que posteriormente se suicida. Todo bastante clásico. Pero leyendo la historia, hay cosas que no me parecen muy atinadas. Al parecer él (un tipo feote, con puesto en la feria) la había pateado antes, porque no le gustaba que lo controlaran al perla. O sea se farrea a la mujer más bonita del barrio. Pero bueno, vuelven. Ahora es ella la que termina. Y él, que no soportaba ser controlado, ejerce el control absoluto sobre la mujer. Con esos cuatro balazos resuelve el problema: ella nunca más va a poder actuar libremente, lejos de su control. O mía o de nadie. Y se suicida el muy cobarde. Bueno, el tipo claramente era un pobre tipo, incapaz de soportar la frustración. Lo insólito son las diversas declaraciones de las familias. El hermano de la muerta dice del asesino que no es un tipo malo, que era un caballero. Los caballeros no disparan a quemarropa a las mujeres desprevenidas, eso lo hacen los sicópatas, los hombres malos. La madre del asesino dice que ahora la muerta y su asesino por fin están juntos en el cielo. De entrada, por qué alguien querría juntarse por la eternidad con su asesino... Y si uno mata a alguien, ¿no se supone que es causal de no entrada al cielo? Y para terminar, la guinda de la torta. La mamá de la mujer dice que a ella "la mató su belleza". Porque era linda la mujer. Pero se equivoca la mamá. A ella no la mató su belleza, sino que un tipo perverso, capaz de premeditar el asesinato de la única mujer que había sido su pareja. Porque este asesino tiene que haber tomado la pistola en su casa, y seguramente caminó mucho con la pistola en el bolsillo, quizás hasta se tomó una micro, o se rajó con un taxi. Calculó la hora para achuntarle al final del turno de su ex. Y ahí le metió cuatro balazos sin decir agua va. Ella podría haber sido la mujer más linda del universo, la culpa seguiría siendo del que apretó el gatillo. Pero es más fácil culpar a la mujer por ser linda. Contar la historia como una trágica historia de amor, como si la vida de ella no valiera nada al lado de los celos de su ex.
Y dejé para el último el tema más obvio, tan obvio que casi me da lata mencionarlo. La famosa pastilla del día después. Un grupúsculo de hombres cuasi seniles y otro grupo de hombres célibes deciden la vida sexual de millones de mujeres chilenas. Las musulmanas, debajo de su velo, pueden tomar el anticonceptivo que quieran si tienen el consentimiento del marido. Nosotras podemos estar de acuerdo con la´píldora, y tener el consentimiento del marido, el padre, los hermanos, madre, tías, primos y conocidos, pero no podemos tomar el anticonceptivo que se nos ocurra. O sea, hasta ahora podemos, porque está en farmacias. Si tienes plata tienes libertad. Pero como hasta los carcamales del TC ven que eso es injusto, llegaron a la salomónica conclusión de que entonces se prohíbe hasta para venta en farmacias, y qué jué. No entendieron que el tema es al revés. La igualdad no es suprimir por igual las libertades de todo el mundo. Es dar a todos las mismas oportunidades de acceder a esta libertad. Pero ellos determinan que no es así. Total, ellos no quedan embarazados, ni crían niños no deseados. Si la abstinencia es la gran solución que proponen, pues que se abstengan. Las guaguitas se hacen de a dos. Asi que no le carguen la mata a sólo uno de los participantes.
Es tarea de nosotras cambiar este estado de las cosas. Muchas veces el machismo es amparado por las mujeres, y eso no puede ser. Atornillamos al revés... Si no somos capaces de defendernos, de patalear y de derribar estereotipos y conductas arraigadas, nadie lo va a hacer por nosotras. Y van a seguir muriendo mujeres "por su belleza", se va a juzgar con una vara implacable la sexualidad femenina y se seguirá dando manga ancha a la masculina, van a seguir decidiendo por nosotras y metiéndose en nuestras camas. La protesta por la píldora ya es algo. Pero hay que seguir, no se puede aceptar que sigan pasando cosas así. Se lo debemos a las que nos siguen, nos lo debemos a nosotras mismas. Y vamos que se puede.