12/02/2005

Con el corazón entre las piernas


Los hombres se quejan de que las mujeres no tomamos la iniciativa en el sexo. Es recurrente escuchar decir que las mujeres siempre inventan excusas, que hay que convencerlas para llegar a la cama, que deben estar profundamente enamoradas antes de conceder graciosamente sus dones, etc. Pero eso ya es parte del pasado. Cada vez más escucho la queja contraria: mujeres que buscan a sus hombres y se encuentran con que “ahora no que estoy cansado”, incluso supe de uno que usaba la tan femenina excusa del dolor de cabeza. Y claro, la mujer rechazada, en vez de aceptar la situación, se enfurece y todo acaba mal. Nada peor que una mujer frustrada. ¿Qué es lo que pasa entonces? ¿Los hombres súbitamente se enfriaron y las mujeres se volvieron ninfómanas de la noche a la mañana? No lo creo. Lo que sí pienso es que el sexo siempre ha sido parte de la lucha de poder en la pareja. Cuando la mujer era mantenida y ninguneada, su única moneda de cambio era el sexo. Y la hacía valer muy caro, aún a costa de sus propios deseos. Pero ahora, que las mujeres manejan tanto o más plata que el hombre, que salen al mundo sin mayores problemas, se encuentran con que les devuelven la mano, y ahora empiezan a ser los hombres los que dosifican el sexo, por ser su último bastión de presión. Por primera vez en la historia son las mujeres las que se enfrentan a esta situación de querer sexo y no ser tomadas en cuenta. Y eso es devastador. Los hombres, acostumbrados por centurias al rechazo casi ritual, no se apabullan ante un “no”. Insisten siempre, no se amilanan ante las negativas. En cambio para nosotras, el trauma es fuerte. Porque todavía, por muy emancipadas que creamos estar, nos pesa el temita de que una no puede ni debe ser más caliente que su pareja. Entonces una se arma de valor, junta fuerzas, se demora, se la piensa, muchas veces hasta prepara escenarios y se pone sus sostenes y calzones matadores y uno que otro portaligas, poniendo toda la mentalización que el caso requiere. Todo para que el afortunado llegue y te diga que no, que esta noche no. Y claro, ahí viene el fenómeno de derrumbe inmediato de autoestima. Porque hay que entender una cosa: por un esquema preconcebido, nosotras supuestamente siempre vamos a rechazar al galán de marras, un subproducto del clásico hacerse la difícil. Eso ya no es verdad, pero la idea sigue funcionando. Entonces el galancete no se siente personalmente rechazado, porque el rechazo es “cosa de minas”. Pero en el caso contrario, el prejuicio es exactamente lo opuesto. Los hombres supuestamente siempre quieren, son unas bestias lujuriosas, se tiran encima de todo lo que respire y tenga glándulas mamarias. Y si no te quieren tirar es porque eres MUY mala, fea, pésima y hedionda. Entonces una se acerca temerosa, con siglos y siglos de historia que dicen que lo que haces está mal, que eres una meretriz innombrable por estar caliente. Y te rechazan. Y la autoestima se destruye, y vienen los llantos y el crujir de dientes. La situación completa es muy injusta. Para la mujer, porque nada justifica ese bajón emocional. Y para el hombre, porque por el mito de que es un sex machine incansable se encuentra con una pareja dolida y furiosa sólo porque en realidad está cansado como perro y quiere ver tele. Quizás deban pasar muchos años para que esta situación cambie, para que el sexo no sea moneda de cambio sino una simple actividad compartida. A nadie le baja la autoestima si alguien rechaza su invitación a tomar helados. Ojalá lleguemos algún día a ese punto de indiferencia al rechazo.

6 comentarios:

Simone dijo...

Ay, Matías, el asunto ni siquiera es la igualdad. Lo pones como una revancha... Cuando en el fondo por años las mujeres se tenían que aguantar las ganas de tomar la iniciativa para no parecer putas arrastradas. Y hace ni tantos años, en realidad. Más de uno se ha horrorizado ante mis avances, uno incluso dijo que yo era "sexualmente agresiva" porque lo miraba fijo... y eso lo dijo después de haberme tirado sobre una mesa y haberme tratado de bajar los pantalones a la fuerza. Zafé de un rodillazo, pero te aseguro que en su mente todavía soy yo la que lo "acosé". O sea, primero nos degradan por tomar iniciativas, y ahora se hacen los difíciles con artimañas que supuestamente desprecian. O sea, nadie puede.

Simone dijo...

¿¿¿Manuales??? Yo nunca he visto uno. ¿No será que por razones meramente evolutivas ustedes necesitan expulsar la semillita, por lo que casi cualquier contacto es recibido con los ojos en blanco? Y manuales para satisfacer a las mujeres hay miles.De hecho, un amigo leía Cosmopolitan, y de acuerdo a lo que he escuchado, sabía exactamente qué hacer con eso que tú dices que se camufla (si realmente lo conocieras sabrías que emerge en los momentos apropiados... cosa de fijarse)

Anónimo dijo...

hace un tiempo atras sali con un tipo al cual me agarre en una noche de borrachera. contra todos los pronosticos el tipo no solo llamo al dia sgte sino que me fue a ver. cuento corto salimos aprox un mes despues del cual se viro por que se supone yo estaba muy involucrada (llamarlo pa q se fuese a tomar un par de piscolas a mi casa una vez a la semana como terrible persecucion)y lo mas extraño de todo esto es q no me lo tire
a la semana de salir yo ya estaba enferma de los nervios
al conversar con mi hna me dijo q no fuera caliente q relajara la vena. al conversar con mis amigas me dijeron "lola el comun de los mortales no se espanta por q no esta tirando como conejo a la semana, quizas nosotras si pero igual relaja la vena. lo insolito es q cada vez que yo intentaba avanzar el loco me paraba. al final todo se fue a la mierda. me importo bastante poco el pelotuo. pero una cosa es estar soltera a veces por milenios y otra muy distinta es tener un mino al lado y no tirar. eso me dejo con una de las venas mas grandes que he tenido en la vida ademas de la autoestima por el suelo.

Anónimo dijo...

Sere breve aunque tengo hartas cosas que decir.

1.- El clitoris siempre lo he encontrado en el mismo lugar, es decir, no coincido con eso de que esta oculto. Lo dificil es domesticarlo.

2.- El asunto delicado con el clitoris es que, a mi parecer, ningun clitoris es igual al otro. Todos, hombres y mujeres tenemos distintas preferencias respecto a nuestras sensaciones, a algunos les gusta mas rapido a otros mas lentos, movimientos circulares o movimientos rectos, etc, etc. Yo siento que en las mujeres esto varia mucho mas, es decir, las diferencias en como tratar un clitoris y otro pueden ser muy grandes. Por eso es super importante que digan como les gusta al tiro. Los rituales pa complacer a Santa Clitoris nunca son los mismos.

3.- No somos maquinas infalibles de sexo. Es mas no es por subirle el pelaje al miembro pero este requiere afinacion igual que un trabajo de relojeria. Denle su tiempo, comuniquen si va bien o si va mal y asi se afinara mucho mas rapido. Ahora un comentario aparte pa los hombres: a los perdedores que estan tomando Viagra antes de sufrir de impotencia, no lo necesitan si se preocupan de mantener al miembro con la patente al dia. Esto implica saber que comer y beber antes, durante y despues del sexo, y que hay musculos mas importantes que desarrollar que los biceps y que son todos los que circudan al miembro.

4.- A mi en lo personal me encanta que las mujeres tomen la iniciativa, pero logicamente esta iniciativa tiene que ir acompañada de inteligencia (igual pa los hombres). Siempre se webea con que las mujeres tienen la fantasia escondida del negro violador, no se que tan cierta sera, conozco un par de amigas que lo han admitido. En lo que respecta a mi me atrae la imagen de mujer violadora, pero pa que funcione entre las 2 personas tiene que haber onda pa que la cosa sea un juego y no una violacion real. Creo que es como obvio, no?

5.- Me carga cuando las minas ocupan el sexo como moneda de cambio. Y la verdad ya ni la acepto. Si una mina tiene que recurrir a eso es porque es penca. El sexo es un medio y no un fin. Uno no busca una vida de pareja por el sexo y si la mina te chantagea con sexo significa que no te puede ofrecer nada mas alla de eso. Esto corre igual pa los hombre que chantageen con sexo.

Vaya no fui tan breve.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con witch. El chantage surgira o porque la persona (tu pareja) es como el pico o porque en la pareja no hay una buena comunicacion, y al sentirse exluido/excluida ocupa el chantage como ultimo recurso. Claro esta que no es la forma correcta de solucionar el problema.
Cuando hablaba del chantage me referia a esas minas que lo ocupan en forma posesiva: siempre que quieras hacer algo que a ella no le gusta mucho, ZASS!!! Chantege al tiro!! Obviamente hay hombres manipuladores tambien. Y esta gente cae dentro de la categoria gente malaclase.

Anónimo dijo...

La verdad es que yo creo que la sociedad ha entrado en una gran cantidad de cambios importantes en cuanto a las relaciones interpersonales y en cuanto a los papeles que los hombres y mujeres cumplimos. Esto cambios han sido vertiginosos y ha sido mínimo el tiempo para que las personas se acostumbres a estas transformaciones.
El sexo, y puede sonar idealista, ya no debe ser tomado como una asunto revanchista como antes se la tomaban las mujeres y como ahora se lo toman algunos hombres mamones.
Que idiotez es esa de ver el sexo como un problema. Obviamente nosotros los hombres no somos unos sex machine, pero tratamos. No somos expertos y no sacamos gritos como en las películas suecas de azafatas placenteras, pero algún gemido sale. El asunto es este, es que no hay nada más hermoso que el sexo, el sexo con amor, el sexo como diversión, el sexo como depravación, el sexo como fantasia...el sexo como sueño.
En fin no hay nada mejor que empezar a conocer a la persona con la cual te acuestas sea casual o sea estable.
Si uno se pone en la parada de empezar a exigir weas, sin saber si el otro está preparado (a) para realizarlo, está cayendo en aweonaje, hay que tratar de aprender entre los dos tener la paciencia y la tolerancia para aprender.