12/12/2005

El síndrome Florence Nightingale


Por si alguien no sabe quién es Florence Nightingale, ella es la enfermera por excelencia. Y claro, todas las féminas llevamos a una Florence en nuestro tierno interior. Nada nos hiperventila más que un quejido de nuetros amorcitos. De inmediato viene la búsqueda de Tapsines, termómetros, agüitas de diversas hierbas y sopitas varias. Y si nuestro querubín se corta, viene la povidona o el alcohol (soplando suavecito arriba de la herida para que no le vaya a arder), el parchecurita o la gasa estéril. Y no sólo cuidamos en la enfermedad, somos las reinas de la profilaxis. Advertimos del frío y tapamos con la sábana o aconsejamos chalecos y cortavientos. Ofrecemos café y hasta masajes en el dolorido cuello del varón lesionado. Recordamos las horas de los remedios, y por si acaso los andamos trayendo en la cartera por si el enfermito las deja olvidadas en el cajón del velador. Escuchamos atentas cualquier síntoma que él nos quiera relatar, aunque ya al cuarto relato pensemos que ese tipo es un debilucho. Y los hombres dicen que no lo soportan. Que ellos quieren una pareja y no una madre. Se ponen rudos y ariscos, se sacan el chaleco y se destapan a propósito. Y se burlan. Rafael Gumucio alegaba contra estas mujeres-madre, o más bien Florences, y contaba un chiste en el cual se decían las frases típicas de mujeres la mañana después de acostarse con un desconocido. eran cosas del tipo la francesa pregunta el nombre, la gringa indaga sobre el número de la cuenta corriente, la mexicana reza a los pies de la cama, etc. Y la chilena dice: "Tápese mijito que se puede resfriar". Lo peor es que es cierto, preguntándole a algunas amigas y acordándome de experiencias pasadas todas hemos dicho algo así (sin el mijito, pero eso da lo mismo), o hemos tapado solícitamente al hombre dormido para que no se enfríe. Y claro, a ellos les encanta decir que no lo necesitan, que no toleran a estas mujeres-enfermeras. Pero es entonces cuando se enferman. Y vienen los quejidos, los ayes, los ojos en blanco porque tienen 37,1ºC. O los desmayos y vahídos cuando se cortan y ven sangre. O las paranoias del tipo "¿Tendré cáncer? Hice pipí con sangre" después de comer betarragas. Y ahí exigen a una mujer que los compadezca, que se horrorice con su meado carmesí, que corra a la farmacia buscando Tapsines. Si una los tilda de alharacos, se ofenden. Pero igual te piden un tecito y un poco de miel, porque les raspa taaanto la garganta. Y ahí nos enfrentamos a nuestros Tarzanes disminuidos y temblorosos porque les dio gripe, incapacitados hasta de cambiar la tele con el control remoto. Y soñando con que Florence los venga a auxiliar en el dolor insoportable de doblarse una uña. Por suerte no tienen ovarios, que si no se paralizaria el país con cada premenstrual.

12 comentarios:

Simone dijo...

Insólito: el Síndrome Florence Nightingale no es un invento mío. Acabo de ver la película "Cómo perder a un hombre en 10 días" (pésima, no la vean), y ahí uno de los amigos del protagonista lo nombra clarito: the Florence Nightingale Syndrome. Apabullante... e internacional, para que vean.

Anónimo dijo...

puede que el sindrome al cual el se refiera es a aquel en el cual los soldados se enamoraban de las enfermeras durante la primero segunda guerra mundial.

no recuerdo

humanus machus

Anónimo dijo...

les cuento que en la pelicula "volver al futuro I" el doc, le habla de este sintoma a marty cuando su madre del pasado se enamora de el al atenderlo tras que su padre (de ella, abuelo de él) y lo cuidan en su casa.

Anónimo dijo...

yo creo q q veces sufro de ese sindrome bueno casi 100pre...
pro lo ago xq pienso q debo cuidar a mi esposo.. o estoy muy mall

Anónimo dijo...

"El síndrome Florence Nightingale" es cuando las enfermeras se enamoran de sus pacientes. la explicacion correcta.

Anónimo dijo...

Hola me gusto este post, te pido permiso si lo puedo publicar en mi pagina web?

Simone dijo...

Miy300:

Si, claro, publícalo no más. Pero te pido que cites el sitio y me pongas a mi como autora...

Qué rico que te gustó el post.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola gracias ya lo publique, respetando tu autoria y blog, si gutas puedes verlo en mi web

www.guillermoclon.com

Anónimo dijo...

Que asco de contenido. Que mala redacción. No importa el genero del autor pero sin duda yo me envergonzaria de publicar un texto como el que acabo de leer. Ni modo ya perdí mi tiempo. hora are conocer alas mujeres intelectuales que me rodean la basura que acabo de leer

Simone dijo...

"Hora are"? Sospecho que nuestro querido amigo Juan Carlos quiso decir "Ahora haré"... Jajajaja, yo sí que me "envergonzaría" después de criticar así cometiendo tamañas faltas. Un besito para ti, Juanca.

Anónimo dijo...

Tal vez esto sea viejo, pero quiero decir que me la chupes.

Lennonbat dijo...

Si sos enfermera en la realidad no me imagino cuanta negligencia habéis cometido si esa es tu forma de atender a un enfermo y no estoy hablando de que te enamores de ellos