7/01/2006

Sed de Mall


Esta semana ha sido mala, para mí y mis amigos. He andado bajoneada, cansada, con típicos cuestionamientos sobre mi vida y llantos en el auto escuchando música bajoneante. Bastante patético todo. Nada me subía el ánimo, y entré en el ciclo autodestructivo de la papa frita y el Mc'Donalds. Hasta ayer. Mi amiga Witch me llamó para que la acompañara a la venta nocturna del Alto Las Condes y fui, recién pagadita. Habían hordas de gente, el estacionamiento estaba llenísimo, para desplazarse había que afilar los codos y olvidarse del respeto al prójimo. Cuando entré a Zara casi me asfixio. Había una fila para el probador que hacía cachirulos por el local. Cualquiera pensaría que era una tortura, pero no. Mi cerebro ya secretaba las endorfinas que me hacían disfrutar el show, toquetear todos los vestidos para encontrar el más suavecito, la polera más transparente, y de mi talla, cosa que no es trivial. Sentía un placer ancestral, mi instinto recolector ronroneaba satisfecho. Cuando la mayor preocupación es encontrar un vestido que no cueste un ojo de la cara, o arrebatarle esa polera con brillitos a esa perra que se va a llevar la última, ni importa si el resto de tu vida anda mal. Por un rato te enfocas en cosas triviales. Y cuando al fin encuentras algo qué llevarte, el placer de la labor cumplida es tibio y reconfortante. En mi caso fueron unos zapatos peluditos, de taco alto, con punta redonda y estampado de leopardo. Maravillosos y prácticamente imponibles, un objeto del deseo. Yo sé que esto es bastante incomprensible para muchos, sobre todo para los del sexo opuesto. De hecho, He-Man lo va a encontrar indignante, me imagino. Pero no saben lo que se pierden. Es superficial, sí. Y caro. Y de verdad no te arregla la vida. Pero como medida remedial inmediata, anda de maravillas. Mis amigos bajoneados no tienen cómo descargarse, lo que hace la rutina autodestructiva muy atractiva. Convengo en que hacer zumbar las tarjetas no es de lo más sano, pero al menos tengo zapatos bellos. Y por último, me gasto mi plata no más. Sigo achacada, pero apenas llegué me puse mis zapatos adorados, y los modelé delante de mi espejo, y pude sentirme el hoyo del queque por un rato. Y ahora voy a salir con mi pololo, por primera vez en mucho tiempo, porque tengo URGENCIA de ponérmelos, y arreglarme, y todas esas cosas que no hago hace rato. O sea que al menos por un ratito me voy a poder sentir con el mundo a mis pies, bajo los tacos estilizados de mis zapatos de leopardo. Y voy a tener un minuto de respiro. Para todo lo demás, existe Mastercard.

14 comentarios:

Rulo dijo...

Yo tb estoy pasando por una racha de mala raja absolutamente sin presendentes -no entrare en detalles- y no hay nada que alivie la situación. A ver si mastercard me hecha una manito.

carmEn farming dijo...

el comprarse ropa
produce una satisfaccion inexplicable
es la mejor terapia

saludOs


carmEn

Anónimo dijo...

Indignado. Jamas lo comprendere.

Unknown dijo...

¡Bien acertado lo que cuentas! ¡Pero que coincidencia más grande! hoy mismo visité el Mall de Albertville, acá en Minnesota. La gracia máxima de este mall es que vende marcas topísimas a precios mucho más accesibles tales como: Calvin Klein, Benneton, GAP, Tommy Hilfigher, Banana Republic, Aeropostale, Keneth Cole y otros. Creí que estaba en el cielo, (más precisamente estaba en el paraíso consumista americano) pero… ¡Oh my god! ¿Quién puede resistirse a pasar horas y horas y horas y más horas viendo ropa bonita, zapatos divinos, carteras de glamour, cosméticos y perfumes para diosas y un sinnúmero de artículos que de tan sólo mirarlos suben el ánimo mejor que cualquier terapia?

¡Al menos yo no!, no peco de superficial por ir de vez en cuando al mall pero ¡caramba! Como me alegra el día, no importa que llegue a casa con los pies inflados como empanada de horno de tanto caminar, pues ciertamente ha valido la pena, yo voy, paseo y vitrineo para alegrarme. Y que risa me dio eso de que el antojo lo paga Mastercard, en mi caso yo pago con Visa (igual gasto con moderación no soy comprahólica).

Queridos congéneres masculinos no traten de entender porque nos gusta tanto vitrinear e ir de compras, para que sepan eso equivale a jugar 100 pichangas, tomar hartas cervezas, comer un gran asado y pasar una tarde cargada de testosterona con los compinches, para nosotras es algo similar sinónimo de una verdadera “terapia”.

Cariños desde Minnesota, USA.

witch dijo...

Me indigna que te indigne y no comprendo que no lo comprendas.
Sólo se trata de una inocente, buena y sana alternativa de distraerse, conversar, despejarse y además tener cosas lindas.
Lo encuentro lo más normal del mundo.

MLP dijo...

Seca!
Yo tambien tengo la costumbre de cuando tengo penita y platita ir a comrarme cualquier cosa, es algo que solo algunas entienden, yo te entiendo y envidio hasta la muerte tus zapatos...
¿donde los compraste?

Simone dijo...

Ay, sí, son bellos... Y también había unos de tigre, puntudos. Los compré en Zara, estaban en liquidación, les tenía el ojo echado hace rato y al fin bajaron algo de precio...

Unknown dijo...

Sed de mall....

lo confieso...lo he vivido...y varias veces.

El otro día me compré un pjama carísimo, la mezcla perfecta entre sexy, cómodo, elegante y lo mejor de mi talla.

Bueno...al llegar a mic asa me doy cuenta que el paquete no venía conmigo...fui a buscarlo, llamé por teléfono a todas las tiendas. Nada, me lo robaron en alguna tienda mientras me compraba zapatillas para hacer gim...¿¿castigo divino??...este relato con más detalle estará en Gordas y Borrachas.

saludos

B

Alexandra dijo...

los malls no me interesan tanto, pero falabella es una perdicion para mi. No puedo entrar sin comprarme algo... maldita consumista!!

G. dijo...

Yo amaba ir a los malls de vez en cuando y comprarme un par de cositas, en especial zapatos carteras y accesorios....pero ahora por alguna maldita razon del destino tengo que ir muy seguido...puedes creer que conosco cada mall de pto montt a concepcion??? de la V regios y de stgo??? VALOOOR!!! ahora los odio

saludos y exito, animo!!

G.

(vale x las visitas en gordas y borrachas!)

Simone dijo...

Rulo: ¿qué mastercard, si te la robaron? jajajajaja

Gaviota dijo...

Por que una anda bajoneada y tiene que comprarse algo???, menos mal que no me da por comer pero si le hago al pago en cuotas,mi última adquisición....unos pantalones la ra-ja bueno para mi...., tambien andaba bajón de porotos...

Anónimo dijo...

Nada que hacer.....no hay como explicarlo...solo sucede, ahasta la rabia mas profunda se te pasa un poquito se encuntras una prenda que no solo te sale aun buen precio, si no que ademas te queda bien!!!....lo que en estos dias no es tan facil.....yo no soy ni gorda ni flaca, pero esto de que la talla standar sea como 38 para pantalones y faldas es HORROROSO!!!!........de adonde sacaron que las chilenas somos en promedio talla 38...estan locos!!!...con cuea somo en promedio 42.......en fin, me termine saliendo del tema....pero no pude evitarlo.....

Macho dijo...

Si alguien creyo que no IVA a opinar, estaba equivocado(a).

me gustaria seguir diciendo que en realidad no se ni de que opinar. Pero no es asi.

como decirlo, si bien la sed de mall no es lo mio, pues me gusta comprar sin aglomeraciones, si lo es mi cariño por esas perfidas cosas rectangulares de plastico, que te dicen: usame, usame, paga el proximo mes, adelante la cuota es baja, no son tantos los intereses, puedes descontar con los puntos y cosas asi.

Macho
Cada dia veo con mas claridad, que soy Beta